En el marco del Día Mundial contra la Trata, invitamos a conocer el testimonio de la Congregación de los Scalabrinianos, que trabaja junto con poblaciones migrantes vulnerables a esta problemática.

En el año 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar al 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata con el objetivo de concientizar a las sociedades para fortalecer la prevención, identificar y apoyar a las víctimas de este delito.

Entre los múltiples grupos que sufren el flagelo de la trata, resulta fundamental destacar la especial vulnerabilidad de los migrantes, quienes a menudo se encuentran en situaciones de riesgo extremo al emprender viajes en busca de una vida mejor. Los migrantes, refugiados e itinerantes se convierten en víctimas potenciales de las redes de trata que se aprovechan de su desesperación y falta de protección.

Es por ello, que en el Día Mundial contra  la Trata, se pone foco en la protección y el apoyo a los migrantes, quienes merecen un trato digno en su búsqueda de un destino apropiado para continuar su camino.

En este marco, invitamos a conocer el incansable trabajo de los Scalabrinianos, que realizan una obra significativa con poblaciones migrantes y en movilidad, inspirados en un espíritu de fraternidad, hospitalidad y solidaridad.  

Scalabrinianos: Reflejando los valores 

Los Scalabrinianos, una congregación fundada en Italia en 1887 por Giovanni Battista Scalabrini con la misión de “contribuir en la inclusión de los migrantes, refugiados y población en movilidad”, ofrecen su compromiso religioso humanitario brindando amor y cuidado a los migrantes, independientemente de su origen, religión o situación legal. 

Su trabajo implica también colaborar en redes y con organizaciones locales, gubernamentales y no gubernamentales, así como con comunidades de fe y otros actores relevantes para abordar de manera integral los desafíos que enfrentan los migrantes y las poblaciones en movilidad.

Misiones en Sudamérica: El problema de la Frontera Tacna-Arica

Desde el año 2000, la congregación tiene una  marcada presencia en América Latina, realizando misiones en países como: Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Existen iniciativas que abarcan los tres países fronterizos (Perú-Chile-Bolivia) y otras centradas específicamente en la frontera Tacna-Arica.

En esta área los desafíos son aún mayores por la gran vulnerabilidad con la que llega la población migrante: familias nucleares con alta presencia de niños, niñas y adolescentes (NNA), familias monoparentales, mujeres embarazadas y personas con discapacidad que se han visto presionados a cubrir necesidades de subsistencia. Los mayores riesgos se presentan al cruzar este último paso fronterizo entre Tacna (Perú) – Arica (Chile)  al exponerse a la posibilidad de perderse en el desierto, sufrir las altas y bajas temperaturas según la época, y ser cooptadas por las diversas redes de trata convirtiéndose en víctimas de este flagelo. 

Tomando la iniciativa

Frente a los distintos problemas que surgen tanto en esta zona específica como en la región de América Latina y el Caribe, los Padres Scalabrinianos tomaron la iniciativa de trabajar en  un plan de acción priorizando la prevención a través de distintos encuentros y programas. 

El plan de acción integra 3 niveles distintos de intervención: 1. la prevención,  que tiene como objetivo sensibilizar sobre el delito de tráfico y trata y fomentar la solidaridad y la hospitalidad en los lugares de acogida y recepción; 2. proveer a la identificación de los victimarios de estos delitos y dar comunicación a las instituciones pertinentes y la consecución del debido proceso penal;  y, 3. proteger a las víctimas acompañándolas y rescatándolas de las situaciones extremas en las que se encuentran.

Este abordaje integral está generando frutos muy significativos; y se hace cada vez más evidente la importancia del trabajo en la sensibilización y prevención, que realmente salva  vidas de las cadenas de esta nueva forma de “esclavitud moderna”. 

El Padre Isaldo Bettin, miembro de la Congregación de los Scalabrinianos, comparte a través de un Podcast, su misión que realiza en la Triple frontera de Chile, Perú y Bolivia, acompañando a las poblaciones migrantes y en movilidad; y cómo la fe es un motor que genera iniciativas creativas y comprometidas para que, en escenarios donde se niega todo rasgo de humanidad, se pueda brindar esperanza, a través de acciones concretas y efectivas de solidaridad y hospitalidad.