El fin de semana del 11 y 12 de diciembre concluyó la primera etapa de Ikuméni, con un encuentro presencial-híbrido. Tras este encuentro comienza una segunda instancia, en la cual los jóvenes diseñarán y presentarán sus propuestas de buenas prácticas, que contribuyan a la construcción de un mundo más justo y fraterno.
Ikuméni, el Laboratorio de Buenas Prácticas Ecuménicas e Interreligiosas, impulsado por el Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio (CREAS), realizó un encuentro presencial y en modalidad híbrida, en la que han participado 25 jóvenes procedentes de diferentes localidades de Colombia y de Perú, bajo el lema “¡Levántate! ¿Cómo sembrar esperanza juntos?”
Desde el pasado 30 de agosto, y durante cuatro meses, los participantes han transitado el itinerario formativo, que los ha preparado para diseñar e implementar buenas prácticas ecuménicas e interreligiosas vinculadas al desarrollo sostenible y la construcción de paz.
Brindar testimonio de esperanza y reconciliación
En el encuentro hubo momentos de reflexión acerca del camino recorrido en el itinerario de Ikuméni. Hubo también una puesta en común sobre los anhelos personales y los desafíos a futuro, sobre el rol del líder comunitario, la construcción de paz. Particularmente, se profundizó en herramientas y metodologías para poder discernir, generar espacios de escucha y creatividad evangélica para sembrar esperanza en un “mundo herido”.
Entre los testimonios que surgieron durante el encuentro, los jóvenes participantes destacaron el valioso intercambio de experiencias y reflexiones y lo enriquecedor que resultó poder conocer y dialogar entre jóvenes de distintas denominaciones cristianas, encontrarse en las diferencias y poder a su vez ser testimonio de “unidad en la diversidad reconciliada”.
«Es un compromiso fuerte y grande para poder entrar en diálogo con los demás hermanos»
«El camino recorrido con Ikuméni ha ayudado a poder abrir mis horizontes, a conocer otras realidades. También es un compromiso fuerte y grande para poder entrar en diálogo con los demás hermanos, poder abrazar su fe y compartir con ellos», dijo Eddy Juárez, joven de la ciudad peruana de Piura y participante de la Iglesia Católica.
“El proceso ha sido maravilloso. Fue un descubrir al otro en la diversidad y acogerlo con sus diferencias, pero sobre todo encontrar muchísimas cosas en común. Este encuentro presencial me ha permitido conocer un poco más en profundidad cada realidad de cada iglesia y cada persona, y hacerla mía. Es decir, así como hago mía mi iglesia, también acojo la del otro, la amo y la respeto”, señaló Carolina Bojaca, también de la Iglesia Católica y proveniente de Bogotá, Colombia.
Micaela, joven peruana de la Iglesia Luterana, se refirió al trabajo que, a partir del camino recorrido hasta ahora, les queda para desarrollar en el futuro. «El reto que tenemos ahora es poder tomar a conciencia algún mensaje y abrir espacios para los jóvenes. Necesitamos empoderarnos para este cambio, para la sociedad, para nuestra congregación y nuestra iglesia», comentó.
«Me voy con el desafío de poder multiplicar lo aprendido, con cada uno de mis compañeros aprendí a dialogar y escucharlos»
“Este caminar ha sido muy grato, conocer personas nuevas que manifiestan su fe de manera genuina y transparente. También ha sido un desafío de que no se apague el fuego de la inspiración de muchos que trabajan incansablemente por Dios y todo lo que es su misión”, relató Daniel Chavez, colombiano de Cartagena que pertenece a la Iglesia Pentecostal. “Me voy con el desafío de poder multiplicar lo aprendido, con cada uno de mis compañeros aprendí a dialogar y escucharlos. Entender su fe me desafía a poder multiplicarlo con otros”, agregó.
El encuentro concluyó con el compromiso concreto de cada uno de los jóvenes para avanzar en la realización de las buenas prácticas ecuménicas e interreligiosas. Para ello, cada uno eligió uno de los tres trayectos exploratorios: Diaconía Ecuménica al servicio del Bien Común; Cooperación Interreligiosa para el Desarrollo Sostenible; y, Las Religiones en la Construcción de Paz. De este modo, inspirados en salir juntos al “Servicio de un mundo herido”, durante los meses de enero – marzo 2022 trabajarán con tutores, mentores y en grupos por trayectos para presentar su propuesta integradora de buena práctica.
Una respuesta a la necesidad de formar nuevos líderes
Ikuméni surgió ante la necesidad de las diferentes iglesias y organizaciones cristianas de la región de América Latina de formar a jóvenes líderes para que puedan promover buenas prácticas de desarrollo sostenible y construcción de paz en sus comunidades y organizaciones.
El objetivo principal de este espacio es el de desarrollar habilidades de liderazgo comunitario en chicos y chicas comprometidos con la realidad de sus localidades y crear una experiencia de fraternidad en la cual jóvenes latinoamericanos puedan cooperar juntos en pos de la promoción de la paz, el arte de la hospitalidad y la fraternidad desde su propia identidad religiosa.
Ya está en preparación la segunda edición de Ikuméni 2022
Tras esta primera experiencia, desde el área de Religión y Desarrollo de CREAS han confirmado que una nueva edición de Ikuméni comenzará en julio 2022, y que su modalidad será virtual, con algunas instancias presenciales.
Podrán inscribirse jóvenes de América Latina entre 18 y 35 años a partir del día 30 de Mayo. Para seguir las novedades respecto de la inscripción pueden comunicarse a través de la web de Ikuméni, o escribir al mail: ikumeni@creas.org.
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